Mona Koliwer, con sus pinturas, se esfuerza por reflejar la realidad, transmitir estados de ánimo, abstraer figuras, combinar conexiones de color e improvisar siluetas.
Mona Koliwer simplemente pinta sus imágenes abstractas sin tener una imagen en su cabeza, haciéndose una oferta, una acción espontánea desde el vientre. Solo cuando el artista regrese podrá darle forma conscientemente a la imagen creada al azar o pintarla en muchas capas para llegar a una abstracción.
Está en su naturaleza inconsciente diseñar cuerpos humanos una y otra vez, que luego también elaboran.
El camino de la pintura de Mona Koliwer surgió de la necesidad de realizar ideas, de inspirarse en los colores.
Sus comienzos fueron paisajes, retratos y actos, cercanos a la naturaleza. Más tarde, Mona Koliwer llegó a la abstracción.
Mona Koliwer es autodidacta. Para cumplir con sus propios requisitos, tomó clases individuales con pintores, asistió a talleres y cursos en la Facultad de Pintura.
Mona Koliwer ha estado exhibiendo regularmente en exposiciones individuales y colectivas en el hogar y en el extranjero durante 20 años. Al mismo tiempo, ella trabaja en baldosas de terracota, se asemejan al personaje de su pintura y su segundo soporte.